LUIS CHAPARRO

Nací en Madrid en 1944, estoy casado, tengo dos hijas y una gata. Soy licenciado en ciencias químicas y he desarrollado casi toda mi vida laboral en el Dpto. de Ingeniería de Cepsa. Mis grandes aficiones son el Arte en general y en particular la música, la pintura y la literatura. También soy muy aficionado al cine y a las ciencias de la Naturaleza y como todo el mundo, a la buena mesa. Fui un viajero empedernido hace años pero ahora me he vuelto más sedentario.

He practicado siempre la pintura artística como aficionado-autodidacta de forma cada vez más frecuente hasta mi jubilación en 2009, a partir de la cual lo hago con asiduidad casi diaria. En los dos últimos años he recibido clases de pintura con la intención de atenuar el efecto de algunos malos hábitos adquiridos con la práctica de la pintura por libre.

Me interesa preferentemente el paisaje, y en menor medida el bodegón. 

En cuanto a las técnicas, la pintura al óleo es mi preferida, pero me gusta mucho también el pastel, si bien lo practico menos porque para ello necesito un espacio adicional que no tengo en mi pequeño estudio. También me gusta mucho la acuarela pero requiere seguridad, control del trabajo, acertar a la primera y corregir poco, y esto necesita un tiempo de práctica que todavía no he consumido. Últimamente he empezado a utilizar también las pinturas alkídicas, que por su rápido secado se adaptan bien a mi forma de pintar.

En cuanto a los temas, los escojo entre lo que me rodea. No me gusta pintar un paisaje si no tiene una mínima relación con mi vida. En 1994 adquirí una pequeña casa en una urbanización cerca de Escopete, un pueblo de la provincia de Guadalajara a unos 15 Km. de Pastrana. La mayoría de los paisajes que he pintado pertenecen a esta localidad o a las que me encuentro en el camino de ida y en los alrededores; Camporreal, Ambite, Escariche, Pastrana, Zorita de los Canes, Villar del Olmo, etc. … A veces, también he utilizado como motivo de mis cuadros las fotos que hago durante mis viajes, El Saler, Punta Umbría, Aix en Provence..., pero son mas bien excepciones.

LA GALERÍA


La galería está organizada en dos apartados: originales y copias. Puede que en el futuro incluya nuevos apartados con dibujos, vídeos, reflexiones y comentarios,  pero por el momento se queda en esto. La forma de utilizar la página es muy sencilla, casi no hace falta explicación. Un clic sobre el cuadro ofrece una imagen más grande del mismo, un clic sobre el título, información sobre el cuadro. Los filtros disponibles son útiles en caso de que se quieran  buscar cuadros por fechas, títulos, o técnica de ejecución.

 Esta exposición virtual no me hubiera resultado posible sino contara en la familia con un profesional de las páginas web, Fran López, que en sus ratos libres ha realizado este magnífico  trabajo. Desde aquí mi reconocimiento a la gran calidad de lo que ha conseguido y mi más sincero agradecimiento.

ORIGINALES

ORIGINALES

Los cuadros están expuestos por orden cronológico empezando por los más antiguos, y abarcando un periodo de unos veinte años. Por las fechas de ejecución, se puede ver como mi producción ha ido aumentando, especialmente desde mi jubilación en la que pasé de ser un pintor dominguero a un practicante casi diario. Existen otras razones por las que la cantidad de cuadros originales aumenta con el paso del tiempo; una, que antes pintaba mas copias de otros pintores que originales y otra, que con la practica, mi técnica ha ido mejorando y consecuentemente la obligatoria autocensura deja pasar más cuadros a la galería.

La temática como ya he dicho antes, es principalmente el paisaje de la zona en torno al pueblo donde tengo una pequeña casa de fin de semana: Escopete, situado cerca de Pastrana, en la mitad sur de la Alcarria. La mayoría están pintados al óleo y en formatos pequeños, raro es el que pasa de 60 cm. de ancho. Esto es así en parte por las reducidas dimensiones de mi estudio, que no me permiten alejarme demasiado del cuadro para controlar el trabajo, algo que es esencial en esta actividad, pero también porque generalmente no necesito lienzos de mas tamaño para expresar lo que quiero.

No pinto del natural. Utilizo fotos como modelos para mis cuadros, lo que a mi modo de ver, es un lastre importante a la hora de conseguir buenos resultados. La cámara, tiene una manera de ver completamente distinta del ojo, es demasiado precisa, capta demasiados detalles, con sombras duras y contrastes muy acusados. Por otra parte, el color, al hacer la copia en papel, se desvía bastante de los preciosos matices que vería el ojo si se estuviera pintando del natural. En resumen, copiando de una foto tienes que hacer el cuadro forcejeando continuamente contra ella para evitar que te domine y te lleve a pintar no un paisaje sino la foto de un paisaje. Hay que  tratar de hacer una “traducción” al lenguaje de la pintura, lo cual no siempre resulta fácil. 

He añadido en la mayoría de los cuadros algún comentario sobre la localización del motivo, la época del año en la que está tomada la imagen, alguna anécdota relacionada con el tema representado, aspectos técnicos, etc.,  pero, en el bien entendido de que no son una “ortopedia” para la comprensión del cuadro, que creo, debe hablar a la sensibilidad por sí solo sin necesidad de apoyo literario. Estos comentarios deben entenderse más bien como  notas al margen en un diario de viaje.  La Pintura y la Literatura son dos prima donnas que siempre han compartido muy mal el mismo escenario, especialmente por lo que a la Pintura se refiere, que es “muy suya”, y que a diferencia de la Música y el Cine, siempre se ha llevado muy mal con las palabras, pese a lo que puedan opinar los malos comentaristas de arte.

 

COPIAS

COPIAS

Comencé a pintar hace mucho tiempo haciendo casi exclusivamente copias de otros pintores y pocos y mediocres originales. De hecho, mi primera pintura al óleo fue una copia del “Vaso con  lilas blancas” de Manet. Con el transcurso del tiempo la situación se ha ido invirtiendo. En la actualidad pinto fundamentalmente cuadros originales.

Incluir la colección de copias en esta galería tiene el riesgo de que por contraste mis originales queden deslucidos y ello me da pié para una reflexión que creo es importante hacer aquí. Probablemente el comentario que surgirá en muchos de los visitantes a la página será: “Este hombre es mejor copista que pintor de originales”,  pero esta afirmación es equívoca. Se están comparando dos cosas completamente distintas: un pintor con un copista. El copista es un puro reflejo de lo que copia, desde el punto de vista de la creatividad artística, no aporta nada, es un espejo más o menos fiel frente a la obra de arte, tiene habilidad, pericia, oficio, pero no inspiración y creatividad. Cuanto más neutral, cuanto más despersonalizado, en definitiva, cuanto menos creador es el copista, mejor sale la copia. El pintor en cambio crea. También necesita oficio, pero no solo eso. Transforma algo que no era una pintura, la realidad, una foto o un contenido de la imaginación, en algo que sí es una pintura, mala o buena, pero otra cosa distinta del punto de partida, que intenta trascenderlo. Resumiendo, en mi opinión  hay más creatividad artística en el  peor de mis originales, que en la mejor de mis copias, aunque desde el punto de vista del resultado que se obtiene al colgarlas de la pared, una copia de Sisley, si no está mal hecha, pueda ser mucho más decorativa que un original mío. En eso si estoy de acuerdo. A mí también me gustan mucho más la pinturas de Sisley que la mías, que están a mucha distancia de las de ese gran maestro.

También en esta sección he incluido algunos comentarios referidos al original o a su autor, comentarios que no pretenden ni mucho menos, agotar el tema. Para eso están los expertos, los historiadores del arte y las publicaciones en librerías y en Internet, que las hay abundantes  y a veces muy buenas. Cuando copio es casi siempre porque el original me entusiasma, de otra forma no podría aguantar esa tarea de volver a hacer pacientemente y con peores resultados, lo que ya está hecho y bien hecho. Este entusiasmo es el que a veces habla a través de mis comentarios.

En algunas ocasiones tengo oportunidad de contemplar el original que he copiado, a través de una  exposición temporal organizada en Madrid, o durante algún viaje al extranjero, y de vez en cuando me he llevado una decepción, porque después del arduo trabajo que supone imitar con el mayor esmero posible los colores y formas que veía en una fotografía, resultó que ésta no era muy fiel al cuadro original.  Afortunadamente, casi siempre las diferencias han sido pequeñas, pero en alguna ocasión he tenido que repintar totalmente la copia a partir de una foto del original de mejor calidad.

He visto ofertas en Internet de copias pintadas a mano con entrega casi inmediata y a precios muy asequibles. No sé como lo harán, pero a mí me cuesta un trabajo ímprobo realizar una copia y desde luego algunas de ellas no las vendería ni por diez veces el precio que piden en Internet. De todas formas desde el punto de vista económico, la ejecución de copias totalmente manuales, no creo que tenga muchas posibilidades de competir en el futuro con las reproducciones a base de técnicas modernas, de impresión numérica, las llamadas láminas glicée u otras técnicas que se estén perfeccionando actualmente y que seguro irán más lejos, porque esto no ha hecho más que empezar. Probablemente, los de las copias hechas con pincel, seamos una especie en extinción, como los últimos alfareros de una forma de hacer cerámica.

La fecha de ejecución que doy es solo aproximada y con un margen de error muy grande ya que una vez terminada la copia no tuve la precaución de anotarla, si bien esto, no tiene demasiada  importancia porque con el paso del tiempo,  no debe de haber evolución ninguna en la forma de copiar. El copista no debe tener un estilo, una “visión” que cambie con los años, el objetivo es siempre el mismo; imitar lo más fielmente posible sin inventar nada, algo ya pintado por otro. Solo puede evolucionar la habilidad, la pura capacidad de imitar.

Las opiniones que doy tanto en estas páginas de introducción como en los comentarios asociados a los cuadros, son solo eso, opiniones personales, con todo el riesgo que tienen de estar equivocadas. Lo asumo sin ningún problema. Creo que es saludable que  nuestras opiniones tengan siempre un cierto carácter provisional y por tanto estén listas para ser revisadas si se nos presenta una visión más lúcida y certera. 

LOCALIZACIÓN

Incluyo un fragmento del Mapa Oficial de Carreteras y un mapa esquemático de la Alcarria en los que he señalado la zona en la que se localizan la mayoría de los paisajes expuestos en esta galería virtual. No doy información de carácter puramente turístico porque se puede encontrar fácilmente en Internet o en guías. El artículo de la Wikipedia acerca de la Alcarria por ejemplo, es muy recomendable para el que esté interesado en obtener un primer nivel de información básica al respecto. 

Lo que si he hecho es añadir una serie de fotografías de algunos de los lugares localizados dentro del área señalada en el mapa y que están más específicamente relacionados con los paisajes que pinto.







Si quisiera hacer una observación en relación con esta zona y sus posibilidades como tema para pintar un cuadro. En la reducida área de la Alcarria donde yo me muevo, he encontrado básicamente dos tipos de escenarios a la hora de plantar el caballete, la cámara en mi caso, y ello es debido a su configuración geológica; lo que yo llamo paisajes en las zonas altas, el paramo, y paisajes en las zonas bajas, los valles.

Hace veinte o veinticinco millones de años se formo una vasta llanura de sedimentos calizos procedentes de los sistemas montañosos que cierran la Alcarria por el norte, El Sistema Central, y por el noroeste, el Sistema Ibérico. Esta inmensa tabla de sedimentos horizontales, no es otra cosa que el paramo alcarreño. En los últimos millones de años, las corrientes de agua que circulaban por esta meseta, el Tajo, el Tajuña, El Henares, etc, y  los arroyos que desembocan en ellos, con su acción erosiva, fueron abriendo valles, hondonadas y vaguadas. Pues bien, los paisajes de las zonas altascorresponden a la parte no erosionada de la meseta. En ellos el horizonte del cuadro, suele quedar en la mitad inferior del lienzo y a mucha distancia del espectador. La vegetación suele ser baja, hiervas aromáticas y cereal,  salpicados aquí y allá por encinas aisladas o en grupos más o menos extensos, con su típico verde oscuro, su tronco de poca altura y su copa redondeada y eso sí, por todas partes, agrupados en montones o dispersos, según que estorben o no para los cultivos, pedruscos calizos de todos los tamaños, muchos de ellos con las típicas oquedades provocadas por la acción disolvente de la lluvia.  

Los paisajes de las zonas bajas, por la proximidad del agua son más ricos en vegetación de hoja caduca. El horizonte suele quedar alto y próximo al espectador, en el tercio superior del lienzo, con poco espacio para pintar el cielo, y, son las laderas del valle cubiertas de encinas, a veces en espesas mantas, chaparros, tojos, y vegetación baja, las que ocupan buena parte del motivo a pintar. Los protagonistas de los paisajes de las zonas bajas suelen ser los chopos que crecen cerca de las corrientes de agua, un árbol agradecido, que siempre queda bien a la hora de hacer fotos o pinturas y que es un excelente motivo para equilibrar la composición por su porte vertical.

A veces se pueden obtener buenas composiciones pintando paisajes de las zonas bajas pero vistos desde arriba, desde la parte alta de los valles.

En esta galería virtual hay unos cuantos ejemplos de todo esto que acabo de decir, aunque la inagotable variedad de la naturaleza, afortunadamente, desborda estos esquemas generales.

Y nada más. A los que hayan conseguido llegar hasta aquí, os doy las gracias por vuestra paciencia. La recompensa es que lo peor ya lo habeis pasado. Lo que queda es la parte más fácil y amena; simplemente ver las pinturas.

Deseo que disfrutéis con la visita. 

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